Innovativo y competitivo
Acerca de lo innovativo y competitivo:
Estas categorías no son estancas y sus límites son difusos. Para aclararlos, hagamos algunas salvedades:
-El concepto de innovación y competitividad está indisolublemente ligado a categorías de mercado: hay empresas que pueden ser innovativas (es más, tienen que serlo) cómo Alessi o Apple, y otras que sólo pueden ser competitivas (Tramontina o electrodomésticos Liliana), y lo que se busca es que los alumnos entiendan dichas categorías y puedan operar con ellas cuando es pertinente (no sólo buscamos que puedan generar una innovación, también buscamos que las generen cuando el contexto de la empresa lo permita, para no dar una respuesta inválida)
-Dichos conceptos se aplican en un entorno sociocultural determinado claramente: la silla cantilever de Breuer (o Stam!) fue una innovación impresionante que dió por tierra miles de años de sillas de tres o cuatro patas, y hoy es una tipología más del mundo de los asientos.
-Algo que siempre surge: también se compite con la innovación (MacIntosh de vuelta es un buen ejemplo). Y eso es así: lo que tenemos que transmitir (vuelvo a decirlo) es que hay empresas que pueden (por su posición en el mercado) competir con la innovación. Y otras que no. Si yo quisiera que una Pyme argentina desarrollara la I-mac, se fundiría a los dos días: no tiene la posibilidad económico ni tecnológica de concretar la innovación. Y eso es central: son innovaciones de mercado las que se buscan. Entonces, hay que saber que estrategia aplicar en cada caso.
-Innovar no implica de ninguna manera inventar, son dos conceptos de significados diferentes que no pueden confundirse: Inventar es "descubrir o hallar algo nuevo o no conocido" mientras que innovar implica "mudar o alterar las cosas, introduciendo novedades" Por lo tanto, lo que nuestros alumnos deben hacer es innovar, y eso implica en mayor o menor medida un ejercicio doble: distanciarse del referente pero no obviarlo ni olvidarlo.
-El innovativo no sólo deber ser innovativo, sino parecerlo (las Adidas One que tenían unos motores dentro no parecían nada demasiado distinto a lo habitual, mientras que las zapatillas de Marc Newson para Nike tienen una imagen fuertemente innovativa a pesar de carecer de innovaciones tecnológicas) Eso nos quitaría el lastre de una innovación tecnológica dentro de una carcaza común, por ejemplo.
-Cómo diferenciamos una propuesta de otra? Cuales son los límites? Bien, si tenemos este "umbral Maya" cómo referencia, el competitivo debería poder confrontarse con la plancha más avanzada del mercado (y, para que este concepto quede claro en este caso, esto implicaría "la plancha más avanzada que podamos encontrar en un supermercado hoy día" no en internet u otro lado). O sea, el competitivo se acerca al umbral Maya. Mientras que el innovativo, lo atraviesa y se aleja de él.
-El innovativo debe ser un producto. Esto puede sonar a obvio, pero debemos dejar de lado las propuestas cuyo concepto no se "encarne" en un objeto, y sea reemplazado por una función o servicio. La evolución de ciertos objetos tiende a ese reemplazo, que tenemos que evitar aquí más allá del interés de la propuesta. Por ejemplo, la contabilidad de las empresas se realizaba hace poco menos de dos décadas con unas máquinas similares a las de escribir que utilizaban tarjetas perforadas... hoy día dicha máquina (objeto, producto) se reemplaza por un programa (o sea, un intangible, algo "todo función"… de nuevo el estigma de lo virtual). Lo mismo ocurrió con la máquina de escribir. Pero nosotros necesitamos un objeto.
-Cómo buscamos que operen de maneras diferentes, la metodología de trabajo debe ser distinta: por lo tanto, en el competitivo deben operar a nivel de programa, mientras que en el competitivo operan a nivel de idea rectora.
-Cómo sabemos cuán lejos del umbral maya se pueden ir? Aquí usaremos un concepto de Carmelo Di Bartolo (que recordó Martín): la credibilidad. Si el concepto es "creíble" (en función de un potencial desarrollo tecnológico, por ejemplo) es válido. Si no, no: recordemos que no deben inventar, sino innovar.
-Extrapolar una situación no implica innovación: más bien, y por el contrario, la innovación implica generar un camino alternativo al propuesto por la extrapolación: ésta implica el uso del pensamiento lógico habitual, mientras que el pensamiento de la innovación lo podemos asociar mejor a estrategias de pensamiento lateral. Un buen ejemplo de esto son las afeitadoras Gillete: primero tenían una hoja, después dos, hoy tres... se extrapola el concepto básico, y así no se genera una innovación.
-La innovación debe comprender a la totalidad del producto, no sólo a una parte del mismo: si un automovil (nuevamente el ej. es de Burgos) utiliza un neumático nunca visto hasta ahora, lo innovativo es el producto neumático, no el producto auto... por lo tanto la innovación no implica necesariamente la resolución exhaustiva de los pequeños problemas que tiene un producto: esa es la función de la competitividad.
-Un situación básica que suele aparecer en el innovativo es la de la innovación tecnológica o la de la sumatoria de funciones: si bien son estartegias válidas, la primera es incontrolable y la segunda puede transformar al producto en un gadget sin sentido, por lo que no deberíamos fomentarlas, lo mismo que un cambio formal o estructural. Si eso sucede, tiene que estar sustentado por un razonamiento inteligente. No queremos (siempre con los matices que impone la realidad) productos banales de llame ya.
Nota: estas ideas están dispuestas de manera caótica, y su orden no implica niveles de importancia
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